Hoy hemos llegado a La Habana. Nada que destacar: el vuelo ha ido razonablemente bien, y ha habido algo de caos para pasar inmigración. Pero nada que no sea previsible. Está lloviendo, se ve que ha diluviado hoy; los días de playa en los cayos no pintan bien.
Nuestro guía nos ha llevado en autocar al hotel y nos ha hecho una breve explicación de supervivencia básica: dónde y cómo cambiar moneda, y que aunque el agua del grifo es potable, compremos embotellada.
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| Tomando unas Cristal en el hotel |
Es de noche, pero ya se intuye que lo que veremos en La Habana es desolador. A simple vista, esto parece un capítulo de Walking Dead rodado en Palestina... Llegamos al hotel y nos sentimos como los futbolistas del Barça: del autocar al hotel, siendo solicitados por los que allí esperan la llegada de turistas, para conseguir limosnas o vendernos algo.
Una vez dentro, los maleteros (muy majos todos, eso sí, la gente es muy agradable y educada) se ofrecen para conseguirnos pesos cubanos. Como esto es singular, quizá valga la pena explicarlo aquí, porque servirá para todo el viaje.
La moneda oficial en Cuba es el peso cubano, y hay un cambio oficial y fijo en toda la isla, que es de unos 120 pesos por euro. Es lo que te darán en los bancos, en los hoteles, en casas de cambio o si pagas con VISA o Mastercard.
Pero la gente aquí lo que quiere son dólares y euros. Así que la gente (sí, sí, la gente que te encuentras por la calle, los dependientes de cualquier tienda, los taxistas, o quien sea) te ofrece más pesos que los que corresponden al cambio oficial, por tus euros. Así, los maleteros (los botones del hotel) nos dan 300 pesos por euro en el mercado negro. En la calle, un señor que nos ofrecía conseguirnos un taxi, tras nuestra negativa, nos ofrecía 390 pesos por euro. Así que un maletero nos ha acompañado a nuestra habitación, y tras darle 150€, ha sacado un fajo de billetes del bolsillo (!?) y nos ha dado 45.000 pesos. Así que ahora vamos con fajos de billetes (90 billetes de 500, por ejemplo) por la calle. Te sientes rico.
Hay que decir que, como quieren moneda extranjera, en las tiendas puedes pagar también en euros. El precio indicado a veces es en peso, y a veces no tiene unidades: eso quiere decir que ése es el precio en dólares o euros, indistintamente. Y si quieres pagar en pesos, el cambio ya depende del tipo de cambio que ellos quieran aplicar (así que a veces es a menos de 300pesos, a veces a más, así que a veces te interesa pagar en euros y a veces, en pesos; es una locura).
Hemos cenado unos bocadillos en el hotel, y nos hemos ido a dormir. Mañana visitaremos La Habana.
Lo mejor del día: la amabilidad de la gente y el acento cubano
Lo peor/la decepción: el caos de la entrada en inmigración, quizás? La película Barbie, que hemos visto en el avión?